El final de un año y el comienzo de un nuevo año es siempre un momento para reflexionar. Una oportunidad para concentrarse en lo que sucedió y considerar todo lo que ha dado forma a nuestras vidas, tanto planeado como inesperado.
El comienzo del año es claramente diferente. Si tratamos de entender 2020, un año de cambios extraordinarios. Prácticamente todo el mundo «en todo el mundo» ha sentido los efectos de la pandemia.
Uno de los resultados sorprendentes de 2020 fue la forma en que pensamos y asumimos la responsabilidad de nuestra salud individual. El equipo de nutricion-deportiva.es ha tenido una visión única de cómo estos cambios han evolucionado durante el año pasado. Así que pensamos en compartir algunas de sus observaciones sobre el camino que cambió nuestro enfoque del bienestar el año pasado.
Motivo de preocupación
Hubo cambios rápidos en el estilo de vida en el primer trimestre de 2020, ya que la mayoría de los países intentaron detener la propagación de Covid-19. Se ha alentado a las personas de todo el mundo a mantenerse alejadas de las personas que se encuentran fuera de sus hogares. En muchos casos, se ha impedido que las personas vayan al trabajo, viajen en transporte público o incluso salgan de sus hogares para evitar el contacto.
Este estímulo para quedarse en casa y mantener la distancia social resultó en el cierre de muchas instalaciones de salud y fitness durante una parte considerable del año. Se han cerrado gimnasios y piscinas públicas, se han cancelado los cursos de ejercicio y se han prohibido los deportes de interior debido al mayor riesgo de transmisión.
Si bien estas restricciones eran muy necesarias, la caída repentina de la actividad física de cualquiera que se quedara en casa también afectaría nuestra salud y estado físico en general. Los científicos temían que tanto trabajar desde casa como perder el acceso a las instalaciones de acondicionamiento físico en el interior conduciría a un estilo de vida más sedentario y aumentaría aún más los problemas de salud.
Que nos ha pasado
Basado en datos de dispositivos móviles, desde nutricion-deportiva.es hemos podido examinar cómo nos comportamos en 2020 con respecto al ejercicio, el sueño y el uso de productos de monitorización de ejercicio para y los compararlos con el año anterior.
Como informamos a principios de 2020, los datos anónimos de usuarios activos mostraron que nuestros estilos de entrenamiento y hábitos de sueño habían cambiado debido a los eventos de 2020. Nuestro equipo de investigación examinó estos datos en dos puntos clave durante el año pasado, marzo y octubre, y los datos identificaron las siguientes tendencias a seguir.
Nos mudamos afuera
Cuando las actividades en el interior (al aire libre) se restringieron, cambiamos a varias formas de ejercicio que estaban disponibles al aire libre. Hubo un aumento notable hacia las actividades al aire libre como el senderismo, el ciclismo, el ciclismo de montaña y la marcha nórdica, ya que estas actividades nos permitieron mantenernos alejados de otras personas.
Hemos aumentado nuestros pasos
Estas nuevas formas de ejercicio al aire libre resultaron en un aumento en nuestros pasos diarios y una disminución en nuestra inactividad general. Esta es una tendencia sorprendente, ya que supondría que interrumpir nuestro viaje diario desde casa, en muchos casos, nos haría menos activos. Evidentemente, éramos conscientes de este cambio y tratamos de contrarrestarlo.
Dormimos más
A medida que cambiaban nuestros estilos de vida, también cambiaban nuestros patrones de sueño. Los días de semana dormimos una media de 14 minutos más porque ya no teníamos que desplazarnos por la mañana. Este pequeño pero significativo promedio muestra que nuestro descanso, relajación y recuperación en general han mejorado.
Sentimos más curiosidad por las fechas
Los cambios anteriores en nuestra actividad física y sueño también nos han hecho sentir más curiosidad acerca de nuestra salud y progreso individual. La cantidad de personas que usan wearables aumentó significativamente durante el año, con un repunte significativo entre el 19 y el 20 de octubre.
Cómo 2020 cambió nuestra salud
A partir de las tendencias descritas anteriormente, se puede ver que la pandemia ha motivado a los adultos de todo el mundo a centrarse más en su estado físico y su salud.
En la primera mitad de 2020 ha habido mucha presión en la ciencia y la medicina para que los adultos asuman la responsabilidad de fortalecer su inmunidad. Desde lavarse las manos con regularidad hasta dejar de fumar y mantener un peso saludable, ha quedado cada vez más claro que las decisiones que tomamos todos los días pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad grave con Covid-19.
La ventaja es que esto también ha mejorado nuestra comprensión de nuestra salud y estado físico en general. Esta mayor comprensión de la actividad física en los adultos se hizo evidente a medida que se reconocieron y pusieron en práctica los beneficios inmediatos de un estilo de vida activo. Esto estaba en consonancia con el creciente número de personas que estaban empezando a utilizar dispositivos portátiles como un medio para comprender su bienestar general y prevenir problemas de salud.
El cambio en nuestro horario diario para muchos adultos también tuvo un gran impacto. El tiempo que ahorramos en los desplazamientos al trabajo de trabajar más desde casa hizo que nuestro estilo de vida se viera muy diferente. Dormimos más y encontramos más tiempo para la actividad física al aire libre. Esto también se convirtió en una fuente de energía espiritual adicional para los adultos en un momento muy desafiante.
Los acontecimientos de 2020 pueden haber cambiado nuestra forma de vida para siempre. Cuando buscamos razones para tener esperanzas, esta mayor conciencia de la salud y comprensión de la responsabilidad individual indica un cambio para mejor. Esperamos ver lo que nos muestran los datos en 2021.
